Título: Me quedo aquí
Autor: Marco
Balzano
Editorial: Duomo
Colección:
Nefelibata
ISBN:
9788417128913
Páginas: 240
Resumen
Cuando la guerra llega a la puerta de casa o se produce una inundación,
la población huye. Al menos, eso es lo que hace la mayoría de la gente, pero no
Trina, una mujer fuerte y obstinada. Las palabras son la única arma de esta
maestra decidida; palabras elegidas con cuidado para escribir a su hija
desaparecida, con la esperanza de que un día vuelva; palabras que cuentan el
destino de una familia en tiempos convulsos; palabras para expresar la
fidelidad a los ideales de juventud y a la resistencia.
Marco Balzano
construye una novela cálida e intensa que mezcla la Historia en mayúsculas con
las pequeñas historias cotidianas y en la que resuena la voz de Trina, una
mujer inolvidable.
El autor habla
de su novela
MI OPINIÓN
Con este libro he tenido una relación
amor-odio desde el principio. Por una parte, me ha gustado mucho que el
autor rescatara del olvido este tipo de historia que, por desgracia, no fue un
caso aislado pero, por otra, la he encontrado demasiado triste, falta de
esperanza y con un sabor muy agridulce al final. Vamos a por el análisis.
Me quedo aquí es un relato personal e intimista escrito en primera persona por Trina,
la protagonista. La destinataria de las mismas es su hija, Marica. Está
dividido en tres partes con
numerosos capítulos cortos cada uno,
lo que facilita su lectura. El título de las 3 partes ilustra a la perfección
el contenido de cada una: Los años (introducción
a los personajes y al contexto de la época), Huir y El agua.
No voy a hacer
un resumen del libro. Quiero explicaros la idea general del autor y acompañar
mi reseña con algunas citas que
encuentro magistrales y me han tocado el alma.
Curon, el pueblo del que nos habla Trina,
realmente existió. Es un pequeño pueblo borrado del mapa en 1950 con el
propósito de construir un embalse. Su destrucción fue el último acto de un
largo periodo violento que afectó a toda la región. Con Trina vivimos la
impotencia de no poder expresarte en tu lengua, de la coacción de tus libertades,
la violencia, el miedo, la angustia, la oscuridad, la guerra, la muerte, el
hambre, las represalias, las deportaciones, la destrucción de las ilusiones y
de tu forma de vida… En 1921, los fascistas italianos irrumpen en su horizonte
y toda su vida, llena de paz y armonía, cambia para siempre. Trina, maestra de
escuela, pasa a serlo de manera clandestina ante la prohibición de poder
enseñar en su propia lengua. Las circunstancias le llegan a arrebatar a su
hija, hecho que la marca y traumatiza de por vida. Justamente es a esta niña
perdida a quien dirige sus palabras. Trina se erige como una mujer decidida,
con carácter, valiente y muy luchadora que usa la escritura como medio para batallar
contra toda maldad e injusticia. Y cuando parece que todo este horror ha
terminado, llega “el agua”, la inundación. No he soportado leer sobre el
pasotismo de los habitantes del pueblo. Ha sido superior a mí. Al final, se
alza una nueva Curon y lo único que queda de la auténtica es el campanario
sobresaliendo de esas aguas muertas… 😢
Esta imagen es
tristemente paralela a la del pueblo de San Román de Sau, en Catalunya, también
sumergido debajo de las aguas por la construcción de un embalse en 1962.
¡Cuántas historias sepultadas, cuántas vidas marcadas por siempre, cuánta
injusticia!
El pantà de Sau
Os adjunto unas citas, preciosas, que encuentro que
ilustran a la perfección todo el sentimiento presente en el libro, desde
principio a fin:
“Las palabras no
podían derribar los muros que había levantado el silencio.” (pág. 168)
“(…) le pedí
otra vez que nos marcháramos de aquel lugar maldito en el que las dictaduras se
sucedían unas a otras, en el que no se hallaba la paz ni siquiera después de la
guerra.” (pág. 179)
“Escribí que las
empresas trataban Curon y el valle como si fueran lugares sin historia. Pero
nosotros teníamos nuestra agricultura y nuestra ganadería, y antes de que
llegase aquel ejército de paletos y aquella chusma de ingenieros, reinaba la
armonía en granjas y bosques, en prados y senderos. La nuestra era una tierra
rica y llena de paz.” (pág. 199)
“Erich ya no
tenía animales, sus tierras estaban bajo el agua, ya no era campesino, ya no
vivía en su pueblo. Ya no era nada de lo que quería ser, y la vida, cuando no
la reconoces, te agota enseguida.” (pág. 226)
“Puede que la
única forma de seguir viviendo sea transformarse, no resignarse a quedarse
quieto.” (pág. 227)
Y ya sólo me
queda dar las GRACIAS a la editorial por el envío del ejemplar y a mis queridas
Laky y Albanta por haber organizado esta Lectura Conjunta.
Un abrazo y
hasta pronto. 😉
Oh que libro más interesante querida
ResponEliminaxx
No conocía este libro. Gracias por tu recomendación, guapa.
ResponEliminaBesos
A mí me ha gustado más que a tí. Me ha parecido una historia dura pero preciosa
ResponEliminaGracias por participar en la lectura conjunta
Besos
A mí esta novela me ha gustado muchísimo, aunque si tuviera que cambiar una cosa sería ese tono desesperanzado del final. Sin embargo, es real como la vida misma, pues a Curon nadie lo salvó de las aguas, así que supongo que es justo que termine así.
ResponElimina¡Besos, me quedo por aquí!
Me gustan las citas que has compartido y me tienta pero no me tienta... Creo que lo toquitearé en la librería a ver si me animo a llevármelo.
ResponEliminaBEsos.