Título: Una vida de perros
Autora:
Estefanía Salyers
Sello: Plaza
& Janés
Fecha
publicación: 06/2018
ISBN:
9788401021596
SINOPSIS
Hay ciudades a las que hay que ir y ciudades a las que tienes que huir.
Ciudades que te ayudan a olvidar, y otras que te ayudan a sanar. Ciudades que
te recuerdan quién eres, y otras que te descubren quién quieres ser. Lucía hará
un viaje de ida y vuelta hacia ella misma en su próximo destino: Nueva York, la
ciudad que nunca duerme.
La mañana en que
recibe la invitación a la boda de Alberto, el amor de su vida, Lucía desea con
todas sus fuerzas despertar de esa pesadilla. Pero la boda es real y, queriendo
escapar del dolor y las dudas, Lucía cruza el charco y se traslada a casa de su
amiga Olga, en Nueva York. Allí hará más amistades, vivirá excitantes romances,
sufrirá otras traiciones y volverá a meter la pata en múltiples ocasiones. Pero
sobre todo dejará que lo más inesperado suceda. Porque ¿quién le iba a decir
que un perro sería el verdadero comienzo de su nueva vida?
MIS IMPRESIONES
Antes que nada, avanzaros que es un libro que me ha gustado mucho. Le he dado 3 estrellas en Goodreads, pero
después de haberlo madurado, cambiaré mi valoración a 4. Muchísimas gracias a
mis chicas virtuales, Laky y Albanta, por darme la posibilidad de
disfrutarlo en otra Lectura Conjunta.
Soy una amante de los perros. De hecho,
dudé al momento de apuntarme porque hace poco más de año y medio se fue nuestro
perrito, Frodo, un precioso cocker americano al que echamos de menos cada día.
Y me daba miedo que, al leer el libro, me revolviera muchos sentimientos que me
hicieran entristecer más. Pero nada más lejos de la realidad. La novela no ha
hecho sino aumentar mi amor y admiración por estos animales. 😊
Detrás de una preciosa y colorida portada donde se
les da la importancia que se merecen a Duque, Tupper, Mr. Fawn, Taco, Lucas y,
como no, a Lucía, nuestra protagonista, entramos de lleno en el mundo de ésta,
que al principio se nos presenta como un personaje fresco, divertido, directo y
ocurrente. Pero pronto descubriremos que es mucho más que eso, ya que tiene una
vida interior muy revolucionada.
A lo largo de 43 capítulos, breves, con título
indicativo cada uno (detalle muy útil, la verdad), muchos diálogos y mayoría de
narración en primera persona, vamos descubriendo por qué Lucía rompe de la
noche a la mañana con su vida en Madrid y decide tomarse un break para ir a
Nueva York; conoceremos la estrecha amistad que la une desde niña con Olga y
Clara; entenderemos un poco más su historia y ruptura con Alberto (“(…) una
relación tan intensa como destructiva. Un bucle infinito de principios y
finales.” (pág. 46)); descubriremos a la verdadera Lucía (“porque no era
cuestión de olvidar, sino de superar.” (pág. 301)) y nos adentraremos de lleno
en el fascinante día a día de la ciudad de la “Gran Manzana”.
¿Qué es lo que más me ha gustado del libro?
·
La pluma
de la autora, perfecta. realmente adecuada para este tipo de novela. Se
nota su experiencia en el campo del mundo de la comunicación.
·
La
descripción magistral de la ciudad de Nueva York (NY): su riqueza cultural,
sus mágicas calles, sus variopintos habitantes como Dylan, Alice, Ariadna,
Matt, Liz, Greta, Lena, Oliver, Josh o el doctor Muller. Me ha hecho sentir
como si yo misma estuviera recorriendo las calles con Lucía. ¡Qué ganas de ir a
visitarla!
·
Los
perros: sin ellos no habría historia. Lucía se “sana a sí misma” hablando
con ellos (en NY la llaman “encantadora o susurradora de perros”), sacándolos a
pasear porque sus dueños simplemente no pueden, no tienen tiempo para ello. Un
punto muy triste pero real en esa sociedad.
·
La
historia de superación, el (muchas veces durísimo) viaje interior para reencontrarse a sí misma de Lucía y la verdadera amistad a prueba de bombas.
El capítulo 36, “Escribir una despedida”,
me ha hecho llorar. De una forma maravillosa nuestra protagonista les dice
adiós a las personas (y no personas) que más le importan de la ciudad de NY. Es
un capítulo plagado de sentimiento y muchas lágrimas.
Y el final es el que tenía que ser
(¡OJO, SPOILERS!): hay sorpresas y
una clara catarsis para Lucía. Por fin, en las últimas páginas, se encuentra a
sí misma, porque ahora ya es ella, es valiente. Ahora sabe (y quiere) estar
sola. Se da cuenta de que se fue a NY huyendo no de Alberto, sino de sí misma…
y se encontró. Y, sin saberlo, ayudó a algunas personas a hallar parte de lo
que estaban buscando a su vez. Sus grandes aliados, los perritos, le enseñaron
una gran y sabia lección: a disfrutar de la vida. Las últimas páginas marcan un
nuevo comienzo para Lucía. El amor sabe esperar. 😉
Mirad qué cita
tan bonita. Es sobre la amistad:
“(…) y me dio el
beso más bonito que se puede dar, en la frente. Ese gesto cálido, intenso,
cargado de autenticidad lo encerraba todo en su impronta. Era el beso de quien
te dice va a estar ahí siempre y que ya eres parte de su vida, no importa
cuánto lleves en ella.” (pág. 291)
¡Muchísimas
gracias por leerme y por estar ahí! ¡Un fuerte abrazo!