Corona de espinas, de M. Victoria Peset

Título: Corona de Espinas

Autor/a: M. Victoria Peset

Editorial: Éride Ediciones, diciembre 2013

ISBN: 9788416085002

Páginas: 200

 

Resumen (contraportada):

La historia se inicia en Edimburgo, cuando la peste negra está causando millones de muertes. Elizabeth y Bob viven la muerte de sus padres, quedándose solos muy jóvenes; superviviendo como pueden, dan cobijo a un bebé. Asombrados, comprueban que lleva una corona de espinas grabada en la palma de su mano. A la sombra y en la distancia, alguien vigila y observa, a la espera de un gran acontecimiento. Los dos hermanos huyen con el bebé de su poblado, tras una terrible situación que pone en peligro la vida de los tres. Una novela emocionante, ambientada en un mundo de caballeros, damas, ciudades medievales y apasionantes supersticiones.

 

Mi opinión:

Escogí este libro nada más leer el resumen: todo lo relacionado con la época medieval me atrae mucho. Pero tengo que decir que al principio me decepcionó bastante: me parecía una lectura tan ágil que había momentos en que pensaba que el libro estaba dirigido a un público infantil; muchas veces en vez de narrativa tenía la sensación de estar inmersa en un diálogo de una obra de teatro; las respuestas de los protagonistas de la obra eran demasiado previsibles... Y me entristeció.

Pero llegó un punto de la narración en que mi perspectiva cambió. No radicalmente, pero sí bastante. La historia se hizo más interesante y la escritura mejoró sustancialmente. Y me enamoré de dos de los personajes principales: de Elizabeth y de Abby.

Parafraseando a la autora, Elizabeth es una joven con muchísimo carácter, tiene una mente muy despierta, aborda todas las circunstancias con audacia y siempre domina las situaciones (p. 109). Personalmente, me encantan los personajes femeninos con mucha personalidad y las ideas claras, y Elizabeth es así durante toda la narración: es el pilar fundamental de su familia y, en especial, de la pequeña Abby.

El personaje de Abby es un misterio para el lector desde el principio hasta el final de la obra. Desprende una dulzura y una bondad que hace imposible que no te enamores de ella. Es la clave de la historia: sin esta pequeña no hay libro. Y el título tiene muchísimo que ver con ella. Pero no quiero dar más pistas. ¡Hay que leerlo!

Como está ambientado en la época medieval, la autora nutre la historia de costumbres certeras de la época. Por ejemplo, una muy curiosa es el hecho de que las mujeres siempre se bañaban después del hombre (en el mismo agua) y se seguía el orden conforme el rango de edad (el último en bañarse siempre era el más pequeño) (p. 147). Hoy en día, esto parece impensable: a nadie se nos ocurriría bañar al bebé en el mismo líquido que ha albergado a sus padres y hermano/a/s, y mucho menos hacerlo en último lugar. Pero lamentablemente, en el pasado ocurría así de verdad.

Me gustaría compartir con vosotros/a/s un pasaje de la obra que me ha encantado. Se trata del momento en que los invitados a la boda de dos personajes importantes de la trama están esperando que la novia entre en la iglesia. La autora empieza el capítulo VI con las siguientes palabras. Me parecen exquisitas:

“La iglesia tenía cuatro altas torres. La puerta de la entrada estaba bendecida con una gruesa y bella arcada, sus formas geométricas eran bastante comunes, pero unos bellos follajes decoraban gratamente gran parte de la fachada. (...) La elegancia de Rebeca se palpaba sólo con mirarla. Habían escogido bellos trajes para la ocasión, y su hermoso pelo castaño acompañaba a la calidez de su blanca piel. Había elegido para ella un precioso vestido verde oscuro, corto y abierto, abotonado con gracia en el pecho, que se ceñía a su cintura dejando ver por completo una blanca y larga saya hasta los pies. Abby tenía recogido su pelo anaranjado en su nuca. Una pequeña corona de flores blancas y rojas conjuntaba con su gracioso vestido largo granate.” (p. 75)

Me gustaría acabar dando las gracias a la autora por regalarnos este cuento de hadas. Realmente en estos días es importante encontrar lecturas que te hagan soñar, volver a la infancia y recordar finales felices.

¡Muchas gracias a todas y todos por estar ahí!

 

*Gracias a Éride Ediciones por cederme este ejemplar.